Los frenos son una de las partes más importantes de tu vehículo, y cualquier ruido extraño al frenar es una señal de alerta. Si escuchas un chirrido, rechinido o ruido metálico, es probable que las pastillas de freno necesiten ser revisadas o reemplazadas. Aquí te explicamos las tres razones más comunes:
1. Pastillas de Freno Desgastadas
Con el tiempo, las pastillas de freno se van desgastando debido al uso constante. Cuando se adelgazan demasiado, un indicador metálico incorporado en la pastilla roza el disco de freno, generando un sonido chirriante. Ignorar esta señal puede provocar daños en el disco de freno, aumentando el costo de reparación.
Solución:
Reemplaza las pastillas de freno a tiempo para evitar daños mayores y garantizar una frenada segura.
2. Pastillas de Freno Cristalizadas
El sobrecalentamiento de los frenos puede hacer que la superficie de las pastillas se cristalice, perdiendo su capacidad de fricción. Esto puede causar un sonido agudo al frenar y una disminución en la eficacia de frenado, lo que pone en riesgo tu seguridad.
Solución:
Si las pastillas están cristalizadas, deberán ser reemplazadas. Además, es recomendable revisar el sistema de frenos para evitar sobrecalentamientos futuros.
3. Pastillas de Freno Contaminadas
Si las pastillas han entrado en contacto con aceite, grasa o líquido de frenos, su rendimiento se verá afectado. Esto puede generar ruidos extraños y una sensación de frenado irregular.
Solución:
Sustituir las pastillas contaminadas y revisar que no haya fugas de líquidos en el sistema de frenos.
Finalmente, si notas un ruido inusual al frenar, no lo ignores. Revisar y cambiar las pastillas de freno a tiempo es clave para mantener tu seguridad y la de los demás en la carretera. Si no estás seguro del estado de tus frenos, acude a un taller de confianza para una inspección profesional.
¡Recuerda! Un buen sistema de frenos es sinónimo de un viaje seguro. ¡No dejes pasar las señales de alerta!